Hoy te hablamos sobre la uva Tempranillo, la variedad de uva tinta más extendida en España y con la que más se identifica a los vinos españoles. Es variedad autorizada en muchas Denominaciones de Origen, especialmente en la de Rioja y la de Ribera del Duero, en cuyos vinos está presente como variedad única o en los cupajes como principal en un 80%-90%.
Es una variedad conocida con otros muchos nombres dependiendo de la zona de producción, como Tinta del País, Tinta de Toro, Cencibel, Ull de Llebre (Ojo de liebre), entre otras.
El nombre de Tempranillo se debe a que se trata de una uva con un periodo de tiempo menor que otras variedades entre la floración y la maduración. Es decir, madura más temprano.
Si hablamos de la planta, se trata de una variedad bastante sensible a enfermedades de la madera y a plagas, así como a las altas temperaturas. Sin embargo, resiste bien el frío retrasando su floración.
Precisa insolación, sin temperaturas excesivamente altas, compensadas con temperaturas nocturnas frías y un suelo que favorezca este contraste entre la temperatura diurna y la nocturna. Resiste la sequía si no es muy prolongada y retiene bien el agua.
Los racimos son muy compactos y bastante uniformes, de uvas redondas de color negro azulado. Las uvas son de piel gruesa y pulpa carnosa que permite extraer gran cantidad de jugo.
El mosto presenta un color rojo intenso, con una acidez más bien baja, lo que respectivamente puede suponer que los vinos sean de escasa frescura especialmente en zonas calurosas. También aporta pocos taninos por lo que los vinos serán suaves y fáciles de beber cuando son jóvenes.
En grandes producciones y si se producen lluvias cercanas a la vendimia, debido a su capacidad de retención de agua, los vinos que se obtengan pueden ser escasos de color y con poco sabor.
Los vinos
Como hemos dicho antes, resultan suaves y fáciles de beber cuando son jóvenes.
También se llevan muy bien con el roble de las barricas, ya sea francés o americano, envejeciendo muy bien, potenciando los aromas a frutas rojas iniciales y completándolos con aromas de vainilla, coco, café y especiados.
La finalización de la crianza en botella aporta otros aromas como cuero y tabaco.
Todo ello da como resultado interesantes vinos de Crianza, Reserva o Gran Reserva que son un verdadero lujo para el paladar. Puedes consultar el artículo del blog La Crianza del vino para saber los tiempos de crianza en cada categoría.
Coupages
Hoy día existe una gran aceptación y por tanto tendencia a elaborar vinos monovarietales, con resultados excelentes. No obstante, tradicionalmente se han realizado cupages en los que el tempranillo ha sido el vino base, entre un 80% y un 90%, combinado con otras uvas como Graciano, Mazuelo, Garnacha, Merlot o Cabernet Sauvignon, aportando de esta manera acidez, cuerpo, potencial y diversidad aromática, así como capacidad de envejecimiento.
En resumen, podemos decir que los vinos elaborados con uva Tempranillo tienen como denominadores comunes de cata las siguientes características:
Son de color rojo intenso con tonos violáceos cuando son jóvenes, que varían a teja cuando envejecen.
Frutos rojos maduros, fresa, ciruela. La crianza les aporta una mayor complejidad añadiendo toques de vainilla, torrefactos, cuero, tabaco y toques especiados.
Resultan suaves y sedosos, de entrada amable, de acidez moderada y taninos finos.
¿Con qué tomamos un vino elaborado con Tempranillo?
Siempre pensamos que es una buena idea disfrutar de una copa de vino en un momento relajado, que nos permita apreciar todas sus cualidades. También el vino es para compartir, así que resulta ideal cuando estás con amigos y gente que te importa.
Si lo vas a tomar acompañando una comida, los vinos Tempranillo desde los más jóvenes a los de mayor crianza, se llevan bien con infinidad de platos. Puedes aplicar una regla que suele dar buenos resultados y que no es más que comer platos típicos de la zona donde se elabora el vino.
Te recomendamos Tempranillos jóvenes con carnes rojas a la brasa y aves como el pato, el faisán o el pollo asado.
También con tapas, tortilla de patata, embutidos y quesos suaves. ¿Sales de pinchos? Un Tempranillo es muy buena opción. También lo será acompañando una pizza.
Pescados de río, guisos, pastas y arroces no demasiado condimentados, también son una buena opción, así como las verduras a la parrilla o asadas.
Con comidas más contundentes como un guiso de rabo de toro al vino tinto, chuletillas de cordero, cordero asado especiado o con hierbas aromáticas, guisos de caza, etc. combinarán de maravilla con Tempranillos de mayor crianza potenciándose los sabores entre si.
¿Tienes alguna sugerencia de maridaje?
¡Perfecto! Dínosla en un comentario a este post y podremos disfrutarla todos.
Haz clic en el siguiente enlace y podrás conocer los maravillosos vinos que tenemos elaborados con esta uva.
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